Al momento de elegir un portabebés es necesario tener en mente las necesidades de cada familia. Es necesario tener en cuenta factores importantes al momento de tomar una decisión, como lo son: la edad del bebé, el uso que se le va a dar, el tiempo de utilidad y el tipo de actividades que se van a realizar.
No vamos a elegir el mismo sistema de porteo para un recién nacido que para un niño de un año, ni tampoco va a ser el mismo si lo vamos a usar por periodos de tiempo cortos. Sin embargo, lo más crucial a tomar en cuenta, es que sea ergonómico, es decir, que el bebé mantenga la posición fisiológica de su cuerpo, con la curvatura natural de su espalda, de manera que no sea dañino. Si quieres saber qué portabebés es el más adecuado y con mayores beneficios, te invitamos a seguir leyendo este post.
El primer paso a tener en cuenta al momento de elegir un portabebés es que este cumpla las características de un porteo ergonómico, es decir, que se adapte a la posición fisiológica natural del bebé, también llamada la “posición ranita”, la cual respeta el desarrollo de la cadera y columna vertebral del bebé.
Es un dispositivo preformado, compuesto por un panel, cinturón y tirantes. Este mecanismo reparte el peso entre los hombros y la espalda del porteador. Existen varios tipos de portabebés, mochilas: las cuales son mochilas evolutivas, mochilas de panel fijo o mochilas toddler, la cual es para niños a partir de 1 año.
Este portabebés es uno de los más demandados por las familias gracias a su facilidad de uso. Sin embargo, tiene ciertas ventajas y desventajas:
Este portabebés se trata de una tela larga, compuesta generalmente de algodón, con una cantidad de eleastano un material sintético que otorga elasticidad a la tela. Este sistema es recomendable en bebés recién nacidos y para papás principiantes, debido a que aporta el ajuste necesario y es fácil de usar, ya que se puede pre anudar lo que hace más fácil de usar. Los fulares elásticos están indicados en bebés de hasta unos 10 kg lo que limita su tiempo de funcionalidad.
Este portabebés son de origen asiático y son en los que se han basado para diseñar las mochilas portabebés. Básicamente, se trata de un rectángulo de tela en el cual se sienta el bebé, con 4 tiras de tela, de las cuales 2 se usan en forma de cinturón y las otras 2 se cruzan en la espalda del porteador, anudándose en forma de tirantes.
Podemos encontrar dos tipos: el evolutivo, que es perfecto para bebés desde el nacimiento, y el clásico, recomendable para bebés a partir de 6 meses, ya que requiere que el niño tenga control sobre su espalda y una estatura suficiente para que el panel no le fuerce la apertura de las piernas.
Llamamos fular tejido a una pieza de algodón tejida, como puede ser un rebozo, al ser tejido, no tiene elasticidad, lo que hace que se adapte perfectamente al cuerpo del bebé sin deformar la posición, incluso por periodos largos de porteo.
Es el portabebés más versátil. Con él podemos llevar a nuestro bebé desde que nace, ya que al ajustarse punto por punto logramos una adaptación perfecta. Además, su tiempo de uso es muy largo, puesto que soporta el peso de niños mayores y existen una gran variedad de nudos, los cuales se adaptan a las necesidades tanto del bebé como del porteador.
Como conclusión; hay una amplia variedad de tipos de portabebés ergonómicos, y a la hora de elegir tienes que tener en cuenta las características de tu bebé, así como tus preferencias y gustos.