El rebozo ha sido una prenda de gran simbolismo e importancia a lo largo de la historia, acompañando siempre a la mujer mexicana en todos los pasos y momentos importantes de su vida, símbolo de identidad y expresión femenina.
Es por ello que múltiples han sido los usos del rebozo, aunque en un principio era un usado como símbolo de recato para entrar a la iglesia, su funcionalidad no se limitó solo a esta función, el rebozo ha sabido adaptarse a los tiempos que corren sin perder su autenticidad.
Descubre los usos e importancia en la identidad mexicana del rebozo.
La obligación de la liturgia católica de cubrirse la cabeza en señal de respeto al entrar a una iglesia, o ante santos y vírgenes, fue impuesta en la Colonia. Es por ello que las mujeres mestizas, criollas e indígenas que no podían emplear la mantilla española optaran por utilizar el rebozo para entrar a la iglesia.
El rebozo incluso formó parte como uniforme de las monjas, las cuales lo empleaban dentro de los colegios o internados religiosos como parte de su atuendo.
A través de los distintos tiempos históricos, además de ser ornamento personal, el uso del rebozo se fue sumando a múltiples tareas diarias, entre ellas como instrumento de carga. Cuando se utiliza para estos menesteres, el peso se distribuye sobre la espalda o pecho para evitar lastimarse.
Durante la Revolución Mexicana, las mujeres comenzaron a utilizar rebozo, por lo que se convirtió en una prenda característica de las Adelitas. Dentro de esta tela, que iba cruzada en el pecho, se guardaban los cartuchos para salir a la guerra.
El rebozo se ha popularizado por su uso maternal en el porteo tradicional, en donde se usa para proteger, cargar y transportar al bebé, desde recién nacido hasta aproximadamente los cuatro años de edad.
La importancia de este porteo es para mantener al hijo cerca del cuerpo para transmitirle bienestar y seguridad. Al colocar al bebe sobre la espalda de la madre con ayuda de un rebozo, se mantiene protegido a la par que puede dormir y observar a su alrededor mientras que su madre tiene libertar de movimiento.
En varias comunidades del centro de México las parteras dan un uso profiláctico al rebozo. Por una parte se valen de la prenda para ayudar a la parturienta a cambiar de posición y reducir las molestias durante las horas de labor de parto y, durante el parto mismo, le sirve a la mujer para apoyarse a fin de mantenerse en la posición correcta.
Además, las llamadas doulas que las personas que apoyan emocionalmente a la parturienta y a su compañero, realizan masajes, en ejercicios de respiración y acciones diversas que aminoran la intensidad del dolor producido por las contracciones de útero con ayuda de un rebozo.
En épocas pasadas era frecuente entre las mujeres mestizas apartar la vestimenta y el rebozo para vestir la persona al ser enterrada. El rebozo luto de aroma, de Tenancingo, era más común para usarse durante el periodo de duelo.
En las comunidades productoras de rebozo de jaspe del Bajío y Michoacán era común que los reboceros y las empuntadoras participaran durante la celebración de Corpus Christi representando su oficio.
Esta recreación del Vía Crucis se lleva a cabo cada noche de Viernes Santo como símbolo de luto. Sin embargo, en la comunidad de Santa Maria del Rio se utilizo en rebozo como prenda de identidad entre los contingentes de mujeres, en donde cada uno utiliza un color de rebozo específico, cubriendo la cabeza en señal de luto.
No cabe duda que el rebozo se ha vuelto en una prenda importante como símbolo de identidad, el cual ha acompañado en algunas regiones de nuestro país a las mujeres desde antes de nacer hasta el momento de su muerte.
En la actualidad el rebozo sigue evolucionando y manteniéndose vigente en algunas celebraciones. Es nuestro deber como mexicanos seguir promoviendo su uso como una prenda cotidiana o promoviendo el porteo tradicional con el fin de que el arte del rebozo perdure por siempre.
Constantemente estamos difundiendo información acerca del rebozo y sus usos con el fin de que esta hermosa prenda siga vigente.