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¿Sabías que el rebozo puede ayudar a tener un parto con menos dolor? Esto es posible gracias a una técnica milenaria llamada manteada o simplemente rebozo.
Esta técnica ha sido utilizada por parteras, las cuales dan un masaje especial con la ayuda de un rebozo a la mujer embarazada con el fin de acomodar al feto en el canal de parto y ayudar la labor de alumbramiento con menos dolor y más rápido. Descubre más acerca de esta maravillosa técnica.
La manteada es una práctica tradicional de origen mexicano y tradición de la partería azteca, que consiste en el uso de un rebozo o mamatl para diferentes prácticas durante el embarazo, parto o postparto.
Las parteras emplean esta técnica con el fin de reconfortar a la embarazada, ayudándola a disminuir las molestias propias del embarazo, potenciar la relajación de músculos, acomodar al feto en el canal del parto, así como disminuir el dolor del parto durante la fase activa del parto. También ayuda en el inicio del trabajo de parto, ya que potencia la dinámica uterina, favoreciendo el proceso de parto.
La partera realiza movimientos con ayuda del rebozo, estos masajes son controlados en las caderas o el abdomen, los movimientos se pueden realizar con la embarazada en diversas posiciones como puede ser decúbito lateral y supino, permitiendo la libertad total de movimientos. Activando el sistema nervioso parasimpático con movimientos suaves y rítmicos si el objetivo es la relajación materna y muscular; o con movimientos rítmicos rápidos pero no bruscos para establecer y coordinar la dinámica uterina.
Con ayuda de una partera certificada o un profesional de salud capacitado, el uso del rebozo tiene innumerables beneficios:
Dentro de la práctica del rebozo, se encuentran diferentes técnicas que se van a utilizar dependiendo de la finalidad deseada. De forma habitual se combina con la aromaterapia, con la utilización de aceites esenciales, favoreciendo tanto la aparición de contracciones como a la relajación de la gestante.
Con la gestante tumbada o sentada y empleando los flecos del rebozo se masajeará desde la cabeza hasta los pies, con el propósito de relajarlos sentidos, disminuir el estrés y el miedo que genera el proceso del parto. Esta técnica se realizará hasta en 5 ocasiones consecutivas.
Tras ello, se efectúan estiramientos suaves de la cabeza y el cuello con el rebozo en la nuca, moviendo ligeramente hacia arriba durante cinco segundos y relajar. Alternando con la técnica de presión facial, que consiste en tapar con el rebozo los ojos y la nariz y hacer un giro apretado del rebozo para contener las estructuras y luego ceder la presión relajando la musculatura facial.
Para culminar la parte de relajación con el masaje de las piernas, con el rebozo en la cara interna de la pierna. Ejecutando movimientos vibratorios del rebozo seguido de un movimiento seco hacia un lado de pierna, desde la ingle hacia los pies, favoreciendo la relajación del suelo pélvico y de la musculatura.
Con el rebozo cubriendo las lumbares de la gestante, en decúbito supino o en bipedestación con rodillas semiflexionadas y apoyada la espalda en la pared; se realizan movimientos rítmicos y enérgicos del rebozo durante dos minutos, se descansa un minuto con movimientos de balanceo de pelvis y se reanuda el manteo efectuando cinco repeticiones.